Guía de Lectura: "Nuestra parte de noche" (Capítulo 2)
Guía de lectura del capítulo 2 de la novela "Nuestra parte de noche", por Mariana Enríquez
La mano izquierda: el Dr. Bradford entra en la Oscuridad, Misiones, Argentina, enero de 1983
En este capítulo se relata la espera del Dr. Jorge Bradford para ser llevado por la Oscuridad, y conocemos un poco más sobre la historia de Juan Peterson y de cómo llega a la Orden.
Durante un Ceremonial el Dr. Bradford espera, con nerviosismo, ser engullido por la Oscuridad. Anteriormente ya había sido tocado por ella, hecho que lo distinguía y llenaba de orgullo en la familia –además de haberle dejado numerosas cicatrices en su cuerpo. Mientras espera su momento final y decisivo se le vienen al recuerdo los momentos en los que identifica, como una revelación, el potencial de Juan Peterson como médium.
En 1957 el Dr. Bradford ejercía como médico cardiólogo en el Hospital Italiano de Buenos Aires, una de las instituciones médicas más prestigiosas de la Argentina. Recibe como paciente al niño Juan Peterson, de cinco años, con una cardiopatía congénita que el tratamiento con medicamentos ya no podía curar. Propone hacerle una cirugía para poder sacarlo adelante. Al realizar la operación advierte condiciones cardíacas extremadamente inusuales y raras. Al terminar, el niño se recompone rápidamente, lo que alienta a Bradford a solicitar una segunda intervención y su residencia permanente en el hospital. Se lo solicita al Dr. Biedma, su jefe, miembro también de la Orden. Éste acepta, y consigue así sacar a Juan de la custodia de sus padres, una familia muy modesta y con escasos recursos para mantenerlo. El único que demuestra otras maneras y cuidados hacia él es Luis, su hermano mayor.
A los cinco meses se realiza la segunda intervención, mucho más crítica que la primera. Casi al final de la cirugía, a pocos pasos de cerrar su tórax, se pierde toda la energía del quirófano y quedan a oscuras. En el medio de la confusión, una nube oscura se posa encima del cuerpo de Juan. Ante el estupor, los cirujanos y auxiliares intentan removerla, perdiendo inmediatamente sus miembros. A pesar de la sorpresa, el Dr. Bradford se mantiene sereno –sabiendo lo que eso significa– y consigue al poco tiempo culminar la operación.
El Dr. Bradford pierde, en esa operación, los dedos de una de sus manos. Al entablar conversación con Juan, posteriormente a la operación, le confiesa que veía apariciones y personas muertas. Bradford le enseña, tal como lo haría Juan años más tarde con su hijo Gaspar, a alejar esas visiones.