Una enérgica división
La “cumbre” energética sudamericana reveló las profundas divergencias entre los principales países de la región y sus proyecciones energéticas. Venezuela y Ecuador con el petróleo, Argentina con el biodiesel, Bolivia con su gas y Brasil (y su reciente partnership con los Estados Unidos) con el etanol.
Parece que las divisiones y desacuerdos impidieron avanzar en otros temas relacionados (inversión, cártel del gas, etc.). Una vez más, una oportunidad desaprovechada para avanzar, de a pequeños pasos, en una integración más profunda.