Los niños de la guerra
Hace ya algunos años, esta frase (“los chicos de la guerra”) se utilizaba en la sociedad argentina para señalar a los jóvenes que fueron enrolados en el ejército para ir a pelear a la guerra de Malvinas. Estos jóvenes, de 18 años en aquel entonces, y mayormente sin instrucción técnica-militar, fueron allá a dar la vida por la locura de unos pocos generales. Hoy volvió esta frase a mí, pero más aterradora. Estuve leyendo esta nota acerca del reclutamiento forzado de niños (no jóvenes, sino niños de 10 años) para los ejércitos, tanto regulares como rebeldes, en los países en conflicto de África. Realmente quedé pasmado por el escalofriante relato y la experiencia vivida por este niño. Desgraciadamente, llegan a un estado de alienación tal que parecen casi zombies. El abuso extremo del consumo de drogas y la constante violencia a la que están expuestos, segundo tras segundo, los hace crecer demasiado rápido.
Por suerte, la acción de muchas agencias internacionales y NGOs (a las que muchas veces se las critica, con o sin razón) llega a veces a tiempo y permite rescatar de aquel infierno a estos jóvenes, llegados ya a su pre adolescencia, para que puedan comenzar, dentro de los parámetros posibles, una nueva vida.
Había leído acerca del secuestro en las aldeas de jóvenes para pelear en los ejércitos, pero nunca había llegado a mis ojos el testimonio de alguno de estos niños. Bien vale la lectura de esta nota para tomar dimensión de hasta dónde puede llegar nuestra especie.