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Lectura: “Poesía (1980-2005)” por Luis García Montero

Yamil Salinas Martínez
Yamil Salinas Martínez
1 minuto

Acabo de terminar de leer la notable obra poética de Luis García Montero (Granada-España, 1968) editada por Tusquets, bajo el título «Poesía (1980-2005)». Los versos son muy intimistas, cargados de una elegancia discreta y de una atmósfera muy precisa, conocida por los lugares comunes de la ciudad. La soledad, el amor, las madrugadas en vela y en el plano real, el deshielo del franquismo y la transición democrática española empapan las letras de este urgente poeta.

Canción Extranjera (La intimidad de la serpiente, 2003)

Míralas en su desconocido firmamento.

Esta lámpara joven. ¿Qué soledad descubre su luz en el espejo?

Este vaso de agua. ¿Qué noche de verano comprende sus secretos?

Estas vigas azules. ¿Qué araña tejerá el dolor de sus cuentos?

El idioma dormido de las cosas exige un corazón subtitulado para contar los sueños.

Míralas, hablándote despacio, igual que a un extranjero.

Figura sin paisaje (Habitaciones separadas, 1994)

He vendido mi alma dos veces al diablo, por monedas de niebla y curso clandestino en países que nadie se ha atrevido a fundar.

Un realista que vive el mundo de los sueños, un soñador que quiere vivir la realidad.

Mal destino es el tuyo. Así te va.

Los Espejos  (Habitaciones separadas, 1994)

No importa si has dormido poco o mucho, los espejos de hotel nunca perdonan y son como animales de montaña que no aceptan el trato de los hombres.

La luz de los espejos familiares se apiada de nosotros, sin embargo, nos ayuda a fingir y por afecto o por costumbre llega a perdonarnos.

Yo sé que los espejos son el agua estancada de un río que se mueve. Y he visto cómo el sol que reverbera puede ocultar el cieno de las sombras.

Pero quien mira al fondo de tus ojos ve las grietas del tiempo, las arañas de un pasado que surge de improviso en mañanas de hotel y nos ofende.

Para qué contestar. Cierra los ojos, porque no hay otra cosa que envejezca peor que tu mirada.