'La buena letra', por Rafael Chirbes

Hay libros que no se leen: se escuchan, se soportan, se atraviesan como quien se sienta a la mesa con alguien que ya ha llorado demasiado. La buena letra es uno de esos libros.

En esta obra retrata la crudeza de la posguerra española en la década de los cuarenta, visto desde el drama de una familia rural de Valencia, compuesta por los hermanos Císcar (Tomás y Antonio) y sus mujeres (Ana e Isabel). La buena letra es una novela corta –tiene tan solo 140 páginas– y fue escrita por Rafael Chirbes (Tabernes de la Valldigna, 1945-2015) en los primeros años de los 90, entre su estancia en Extremadura y Denia.

La buena letra

por Rafael Chirbes
Editorial Anagrama
138 páginas

Léelo en la red de Bibliotecas Públicas de Madrid

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Ana, la narradora, le cuenta a su hijo Manuel los años de su juventud con esa voz que sólo se consigue después de haber esperado demasiado para decir la verdad. No hay dramatismo, no hay redención. Lo que hay es una sinceridad áspera, dicha con una economía de palabras que corta más que cualquier exceso. Chirbes la deja hablar. No la interrumpe. Su escritura es un acto de escucha.

España está ahí, claro —la Guerra Civil, la posguerra, los silencios familiares, las traiciones pequeñas y las otras—, pero lo que importa es la grieta interior. No se trata de historia, sino de memoria. Y no cualquier memoria: la que se endurece con los años, la que uno arrastra sin saber cómo nombrar.

La buena letra es esa con la que aprendimos a escribir bien, a comportarnos, a vivir sin molestar demasiado. La letra correcta. La vida correcta. Pero detrás, entre línea y línea, lo que queda es el cansancio, la renuncia, la rabia muda. Y también —tal vez— una ternura que no supo decirse a tiempo.

Temas que trata La buena letra

Los anhelos rotos

Creo que el tema central que ronda toda la novela son los anhelos rotos. Todos los personajes, en su distinta medida, tienen sueños de felicidad, estabilidad y una vida digna que nunca acaba de conseguirse. Al fin y al cabo, todos son presos del sentir esa frustración de haber hecho todo lo posible, de haber escrito con buena letra y no haber conseguido nada. Casi como si fuese una burla de la historia, y tras haber pasado todas las dificultades de la guerra, la cárcel y el destierro, ninguno consigue una vida feliz.

Dice Ana:

No podía evitar que me diesen envidia los que se fueron al principio, los los que no tuvieron tiempo de ver cuál iba a ser el destino de todos nosotros. Porque yo he resistido, me he cansado en la lucha, y he llegado a saber que tanto esfuerzo no ha servido para nada.

Esos anhelos rotos y perdidos, donde solo hay algunos pocos rescoldos de felicidad, se dan en un marco de vida amarga, donde la miseria, el hambre y el frío son omnipresentes.

Dice Ana:

Recuerdo aquellos años de frío y oscuridad. Las escasas bombillas de las calles apenas conseguían iluminar nada a su alrededor. En las casas procurábamos encenderlas lo menos posible, por miedo a gastar; además, cortaban la corriente eléctrica a cada rato. Teníamos frío y hambre.

Los vencidos

Los Císcar y todo su entorno pertenecen al bando republicano, el bando vencido en la Guerra Civil española. Además del ostracismo y el desprecio con el que cargan en el pueblo, se les suman las dificultades a Antonio para conseguir trabajo (nadie quería contratar a "rojos", y si lo hacían, la paga era menor que a otros).

Dice Ana, sobre Tomás:

(…) lo habían echado de la fábrica de zapatos que en la trabajaba como curtidor y ahora acudía todas las noches a la plaza para ver si alguien lo contrataba como peón. Tenía pocas oportunidades, porque la mayoría de quienes podían ofrecer trabajo eran de derechas y los pocos patronos que habían tenido ideas republicanas preferían no levantar sospechas contratando a rojos.

Ana y Tomás son también los vencidos en la otra guerra, la guerra interior familiar. Tras ayudar a Antonio e Isabel en los momentos difíciles, ellos les dan la espalda y deciden continuar con un tren de vida que no solo no los incluye, sino que los desprecia.

Dice Ana:

De repente, en la familia ya no éramos todos iguales: ellos dos habían mejorado su forma de vivir y vestir y nosotros nos habíamos vuelto más pobres. Y sobre todo, como hubiese dicho ella en su diario, más mezquinos.

Los silencios

En muchos pasajes de la novela se percibe como todos callan algo, mantienen escondidos sus sentimientos y deseos. Ana no le cuenta a Tomás la verdad sobre Antonio e Isabel; Tomás calla ante Ana la situación familiar; las abuelas tampoco se animan a revelar lo que sienten; Antonio expresa en sus dibujos su debilidad y afecto hacia Ana. La única que expresa -aunque de forma violenta- lo que siente es Gloria, la hermana conflictiva de los Císcar.

La contención de los personajes para expresar sus sentimientos de forma clara es contundente. Todos aguantan en silencio, sin saber bien porqué.

Dice Ana:

Llorábamos con lo que les pasaba a los artistas del cine, y así no teníamos que llorar en casa. A medida que se alejaban los recuerdos más espantosos de la guerra, volvíamos a soñar: un día podríamos peinarnos como aquellas mujeres tan guapas, que parecían de verdad en la pantalla

Las mujeres

Hay también en La buena letra un retrato sobre dos roles de mujeres que se contraponen: por un lado está Ana, mujer de pueblo "y de su casa", como se decía en la época. Rol tradicional de mujer que cría a sus hijos y que sostiene a su marido con sacrificio y dedicación. A pesar de que tiene curiosidad y apego por su cuñado Antonio, prefiere callarlo y contenerlo. En tanto, Isabel es la imagen contrapuesta de una mujer diferente: individualista, desafiante de las costumbres del pueblo (en su vestimenta, conduce un automóvil, demuestra afecto público a su marido). Isabel tiene también inclinaciones hacia los ambientes artísticos (le gusta escribir, tiene un piano en su casa) y los sociales, al reunir a invitados en su casa.

Dice Ana sobre Isabel:

La primera vez que vino al pueblo fue en vísperas de Pascua. La trajo una muchacha de aquí, de nuestra calle, que trabajaba como planchadora en una casa aristocrática de Valencia, unos marqueses o algo así. Venía impresionante. Aquí, de no ser en las películas, jamás habíamos visto a una mujer que vistiese con tanta afectación (…) ni se acercó para saludarnos, ni alargó el brazo para darnos la mano, como si todo, en el pueblo, le diese un poquito de asco.

Más allá de los roles contrapuestos de Ana e Isabel, Chirbes hace una muy buena descripción del rol de las mujeres como red de soporte a todas aquellas que tuvieron, finalizada la guerra, ir en busca de sus maridos, hermanos y padres por cárceles y cuarteles de policía; debiendo transitar distintas ciudades y provincias en largos peregrinajes, sufriendo frío, vergüenza y silencio.

Dice Ana sobre este punto:

La guerra se prolongó para nosotros en la cárcel de tu tío. Seguíamos en guerra, aunque ya hubiese oficialmente concluido, también porque al amanecer oíamos los disparos procedentes de la tapia del cementerio. Una semana después de recibir la primera carta de tu tío, empezó el calvario de los viajes. Viajar hoy desde Bovra a Mantell resulta fácil, pero entonces había que hacer trasbordos, pasar horas y horas en andenes abandonados en los que el viento barría las hojas secas y los papeles, sufrir el traqueteo interminable de aquellos vagones de madera repletos de mujeres enlutadas y silenciosas.

Protagonistas de La buena letra

  • Ana, narradora de la historia. Vinculada con los hermanos Císcar, es esposa de Tomás y cuñada de Antonio. Madre de Manuel y su hermana (a la que no se le conoce el nombre)
  • Tomás Císcar, marido de Ana. Trabaja en el puerto. Hermano mayor y protector de Antonio
  • Antonio Císcar, hermano de Tomás. Marido de Isabel. Amante en secreto de Ana.
  • Isabel, pareja de Antonio, la "mis" en el pueblo. Trabajó como criada en una casa noble de Valencia. Es una mujer que rompe moldes para su época. Lo lleva a Antonio a relacionarse (y volverse) con el bando vencedor en el pueblo. Tras un período inicial de confianza, trata a Ana y Tomás con desprecio.
  • Manuel, hijo de Ana y a quien se dirige la narradora. Tras el esfuerzo de su madre sale del pueblo y estudia en la ciudad. Quiere hacer un negocio inmobiliario con el "solar" de la casa de sus padres. En gran parte es ajeno a toda esta historia.
  • Gloria, hermana de Antonio. Alcohólica e irascible. Ana acaba cuidando de ella hasta que se interna en el psiquiátrico.

El epílogo eliminado

La primera edición de La buena letra (Debate, 1992) contaba con un epílogo muy breve en el que Ana e Isabel se reencuentran, muchos años después y ya de mayores, compartiendo una comida. Ana acompaña a Isabel a casa y ésta le pide que le prepare un té. Replican, aún en la vejez y con matices, los roles de años atrás: Ana sirviendo y en rol de cuidado, mientras que Isabel yace pasiva.

Dice Ana en este epílogo:

Ella se ha vuelto y me ha pedido entonces que le preparara un té. Mientras ponía el agua a hervir, pensaba que tiene que resultar agradable cocinar de cara a la cristalera desde la que se ve el jardín. Esta tarde entraban los últimos rayos del sol y doraban las pilas de mármol, los armarios de madera y la colección de impecables electrodomésticos, que deberían servir para un montón de cosas, aunque apenas los utilizan, y que, hoy, parecían tener encomendada la misión de recordarme que ella y yo, aunque cercanas por la vejez, la soledad y el miedo a la muerte, seguimos estando lejos.

Casi como en un gesto de reparación y de justicia histórica hacia Ana y la trama, Rafael Chirbes decide eliminar este epílogo en las ediciones posteriores.

Así lo justifica Chirbes (año 2000):

El paso de una nueva década ha venido a cerciorarme de que no es misión del tiempo corregir injusticias, sino más bien hacerlas más profundas. Por eso, quiero librar al lector de la falacia de esa esperanza (Nota: el epílogo original) y dejarlo compartiendo con la protagonista Ana su propia rebeldía y desesperación, que, al cabo, son también las del autor.

Adaptación al cine

La adaptación cinematográfica de La buena letra está dirigida por Celia Rico Clavellino y se estrenará en cines españoles el 30 de abril de 2025. La película, protagonizada por Loreto Mauleón en el papel de Ana, Enric Auquer en el rol de Antonio, Roger Casamajor como Tomás y Anna Rujas como Isabel.

La cinta ha sido reconocida con el Premio Especial del Jurado en el Festival de Málaga, destacando por su sensibilidad y fidelidad al espíritu de la novela de Rafael Chirbes.

Os comparto el tráiler de la película:

¿Habéis leído La buena letra? ¿Qué os ha parecido. ¿Tenéis alguna historia familiar parecida?