Te has suscrito correctamente a Serencial
¡Excelente! A continuación, complea el pago para obtener acceso completo a Serencial
¡Bienvenido! Te has logado correctamente.
An error occurred
¡Perfecto! Tu información de facturación está actualizada.
La actualización de la información de facturación ha fallado.

Experiencia fallida de voto electrónico en Argentina

Yamil Salinas Martínez
Yamil Salinas Martínez
2 minutos

Resulta que en el municipio de San Antonio Oeste (ubicado en Río Negro, en la patagonia Argentina) están dando marcha atrás con la experiencia de voto electrónico utilizada en las últimas elecciones. Su consejo municipal ordenó hace muy poco derogar el sistema de voto electrónico en la comuna, estableciendo así que la totalidad de los comicios futuros se realizará de manera “tradicional”.

¿Pero por qué San Antonio Oeste le dice tajantemente NO al voto electrónico, supuestamente, más transparente, eficaz y seguro que el modelo tradicional de sufragio?

Veamos los argumentos (según ordenanza del Consejo Municipal, las negritas son mías):

La implementación del voto electrónico en las últimas elecciones municipales, en el 50% de las mesas electorales del Balneario Las Grutas, no dieron el resultado esperado, muy por el contrario generaron demoras, trastornos e incertidumbre durante el acto eleccionario.

Los argumentos para la implementación del voto electrónico eran entre otros, la celeridad y facilidad en la emisión del voto. Pero que en la práctica nada de eso sucedió ya que en la carga de los padrones a las máquinas por parte de ALTEC, faltaron datos de personas que si figuraban en el soporte de papel. Dando origen a la realización de un acta con los representantes de la Junta Electoral Municipal atribuyendo las fallas a “un error de formato” del sistema.

Que un porcentaje muy alto de votantes pertenecientes a las mesa 1 y 2 femeninas, que figuraban en el padrón manual pero que no aparecían en el padrón digital y la máquina les impedía votar, debieron ser autorizadas a emitir su voto en las otras 2 mesas tradicionales. Generando demoras y trabajo extra ya que debían ser asentados los datos del votante manualmente en el padrón por parte de las autoridades de mesa.

Que sobre el final del acto eleccionario, cuando las autoridades de la mesa 2 masculinapretendieron retirar la memoria extraíble para guardarla en el sobre y apretar el botón para que tire el escrutinio, existió una falla técnica que borró la memoriay obligó al recuento en forma manual de los tickets que quedan en el interior de la urna electrónica. Hecho que pudo realizarse a altas horas de la noche, generando nerviosismo y dudas sobre el destino de los votos emitidos.

Que sólo votó el 40% de los votantes que se encontraban en el padrón de las urnas electrónicas, mientras que en las mesas de voto tradicional votó el 70% de los empadronados. Demostrando en la población una manifiesta desconfianza y desconocimiento del sistema, lo que generó la escasa participación en un acto imprescindible de la democracia. Generando un sentimiento de discriminación en aquellos que caprichosamente formaban parte del sistema digital.

Que por todo lo enunciado precedentemente, el sistema hoy no da garantías de mejorar la emisión tradicional del sufragio.

Sin dudas una experiencia fallida (por parte de la herramienta tecnológica, el uso humano, etcétera) que termina aseverando lo que muchos, infudadamente, muchas veces intuyen:el voto electrónico no sirve.

De todas maneras, que se borren los datos de la memoria extraíble del sistema ¬¬ Dios mío…

Fuente » Fundación Vía Libre