El rol de China en la nueva geografía del comercio internacional

Al hablar de China es imposible no caer en los superlativos, y también es imposible huir al mar de cifras, índices y porcentajes. Obviando algunos de ellos nos resulta difícil poder de manera simple, mensurar el viraje de China en este último decenio. No obstante, quiero resaltar los principales factores que han incidido, y siguen incidiendo, en la conformación de una nueva geografía del comercio a raíz de la emergencia de China como actor principal de la arena económica. De las Zonas Económicas Especiales a la OMC

El factor de despegue de la apertura exterior china lo establece, a partir de la primera mitad de la década del ochenta, el desarrollo de las Zonas Económicas Especiales (ZEE), territorios y regiones donde la regulación estatal centralizada se hizo más flexible (otorgando incentivos fiscales, licencias para joint ventures, permisos para asentar empresas de capital totalmente extranjero, etc.) y se abrieron canales y espacios a la incursión de inversión extranjera directa (IED). En el plano político, las regiones cuentan con cierto nivel de autonomía legislativa y financiera de la administración central.

Actualmente, las zonas costeras, muchas de ellas comprendidas entre las ZEE configuran la zona más próspera y pujante de la economía china, concentrando la mayor parte de los flujos de inversión, fuertemente favorecidos por el clima y la confianza exterior.

Conjuntamente con la apertura de las ZEE, China comienza a tratar su acceso a la OMC, y tras cerca de 14 años de negociaciones (parcialmente interrumpidos por la condena de Occidente a la masacre de Tiananmen), en 2002 obtiene su pliego de acceso. De todas maneras, China aún tiene que negociar su estatus de economía de mercado bilateralmente, cuestión no menor que afecta sus posiciones de defensa por dumping.

El comercio chino a 2005 creció en relación a 2002 (acceso OMC) en términos netos (en dólares, a precios corrientes) un 43% en las exportaciones y un 45% en las importaciones, sólo en tres años.

Diversificación de exportaciones/importaciones por región

Los intercambios chinos post-OMC, además de crecer en volumen y en valor, evidencian una creciente diversificación de las exportaciones e importaciones según las regiones, producto de una afinada y estratégica política exterior. Para exponer el caso, el comercio con África, América Latina y Medio Oriente ha crecido en relación a 2002 en uno 51%, 50% y 56% respectivamente, demostrando que no sólo los flujos se orientan hacia mercados y regiones más corrientes, como el NAFTA, la UE o el mismo ASEAN. Esta tendencia es clave para América Latina, y las relaciones sur-sur ya que por un lado puede aumentar nuestras exportaciones de productos agrícolas, mineros y de energía y por otro recibir manufacturas, electrónicos a precios más bajos, favoreciendo los términos de intercambio en la región.

El rol de China en el comercio intra-asiático

Mas allá de la diversificación del comercio chino, la concentración y los flujos regionales siguen dominando la mayor proporción de sus intercambios. Si China ha contribuido a una nueva geografía del comercio a nivel global, los cambios en la geografía regional de Asia es mucho más marcada. Para citar algunos datos, en 2005 China sobrepasó en la región a Japón tanto en valor como en volumen, incrementando su share de exportaciones un 10% en los últimos años, y creciendo un 24% en el valor de las mismas en el período 2000-2004.

Sin lugar a dudas China se ha convertido en un gran motor de la economía asiática, que representa un 46% de sus exportaciones totales de manufacturas. A su vez, la región constituye el 60% de sus principales trade partners sumando un volumen de $588 billones en 2005, proporcionándole a su vez la mayor parte de insumos para sus exportaciones de alta tecnología, que superaron en volumen a las de Estados Unidos.

China y su agenda pendiente

Por último, creo que puede ser interesante señalar algunas reflexiones acerca del futuro de China como major player en el escenario global. Algunas de las líneas y perspectivas pueden situarse en torno a:

  • El crecimiento constante del peso de la economía china en la región asiática, y su consecuente impacto en la división regional del trabajo.
  • El progresivo déficit comercial de los Estados Unidos, y en contraparte, la acumulación de dólares por parte de China puede ejercer en algún momento presiones al sistema monetario.
  • La importancia de la participación china en las instituciones internacionales, sobre todo en la OMC y la suspendida Ronda Doha. China ha emprendido un fuerte proceso de aprendizaje de sus negociaciones internacionales, y presenta patrones de comportamiento dinámicos y alternos en diferentes coaliciones(G20) y mesas de negociación
  • Las deudas pendientes pueden situarse en una mayor profundidad de reformas que sujeten a China a un rule of law y a mayores vinculaciones respecto a materias de propiedad intelectual, asunto que preocupa yalarma a los Estados Unidos y a la UE.