‘Educated’, de Tara Westover

Una historia increíble. Demasiado dura, muy cruda. Tara Westover nació en el seno de una familia mormona radical, en un rancho de una zona montañosa de los Estados Unidos. Su padre estaba obsesionado con el apocalipsis y el fin de los días, y controlaba con mano muy dura todo lo que sucedía en la familia.

Tara no fue al colegio, tampoco al médico, no tenía documentos de identidad ni vacunas. Trabajaba en el campo y en un desguace de metal con su padre y hermanos. Su madre era matrona (o partera) en la comunidad de la iglesia y hacía brebajes naturales con hierbas del campo.

Dice Westover (la traducción es mía):

Nunca había aprendido a hablar con gente que no era como nosotros, gente que iba a la escuela y visitaba al médico. Que no se preparaban, todos los días, para el fin del mundo (…) la ciencia era un misterio, quizás porque el único libro de ciencia que había leído tenía páginas desmontables para colorear.

Tara no tenía acceso a libros o fuentes de conocimiento que no fueran la biblia, y lo único que había "estudiado" de forma sistemática era a comunicarse en código Morse (el apocalipsis, ya lo dije).

Dice Westover (la traducción es mía):

El aprendizaje en nuestra familia fue completamente autodirigido: podías aprender cualquier cosa que pudieras enseñarte a ti mismo, después de que tu trabajo estuviera hecho. Algunos de nosotros éramos más disciplinados que otros. Yo era uno de los menos disciplinados, así que cuando tenía diez años, la única materia que había estudiado sistemáticamente era el código Morse, porque papá insistía en que lo aprendiera.

Tampoco se vestía con ropa de chica, salvo para ir a la iglesia. Un día vio allí cantar a una corista, y se juró que estudiaría para llegar a ser como ella. A pesar de las resistencias, maltratos y abusos por parte de sus padres y hermanos consiguió salir de allí y enfrentarse al mundo moderno. Un mundo que desconocía totalmente, ya que Tara no había visto un mapa en su vida. Desconocía continentes, presidentes, Internet o la historia. Aún así decidió seguir, contra todo y contra lo que ella creía que era. Tras años de mucha lucha y dolor, hoy Tara es doctora en filosofía por la Universidad de Cambridge y trabaja en Harvard.

No obstante, reconocer que durante su dura infancia aprendió algo fundamental: la paciencia. Dice Westover (la traducción es mía)

En retrospectiva, veo que esta fue mi educación, la que más me formaría: las horas que pasé sentada en un escritorio prestado, luchando por analizar las estrechas líneas de la doctrina mormona en mimetismo con un hermano que me había abandonado. La habilidad que estaba aprendiendo era crucial, la paciencia para leer cosas que aún no podía entender.

Lo más sorprendente es que Tara no vivió hace medio siglo. Tara tiene hoy 33 años, y su historia puede parecer tan anacrónica que asusta. Pero aquí está, y hay que leerla para conocerla. Educated es uno de los mejores libros que leí este año.