Chávez: "Patria, Socialismo o Muerte"
Esa es la consigna. Juró hoy Hugo Chávez por su tercer mandato como presidente constitucional de Venezuela y cerró con este fuerte llamado: el de construir el socialismo, un “nuevo sistema político, un nuevo sistema social”. Creo que merece una discusión profunda, y al caso se evadiría si terminase siendo el construido otro tipo de socialismo que el que todos conocemos, los “socialismos reales”, pero francamente veo que el primerísimo obstáculo no material que encontraría un régimen socialista “a la vieja usanza” como el que presumo vislumbra Chávez para el largo plazo en Venezuela, se topará con un obstáculo central: el del control de los flujos de la información.
Históricamente, la mayoría de los regímenes socialistas en el último siglo realizaron duros controles a la libertad de expresión, prensa, asociación y opinión, utilizando los más diversos métodos para el control, y en los peores casos, silenciamiento, de las voces disidentes. Aunque aquí vale una aclaración. Nuestras democracias, algunas jóvenes u otras maduras no están exentas de estos vicios, aunque en estos regímens los métodos sean otros más leves. Hoy por hoy, los medios de comunicación ciudadanos, los enlaces de la red, y la creciente participación de la sociedad de la información hará difícil la tarea de callar estas voces, y mantener un status quo favorable.
Ya dio Chávez un primer paso en esta dirección, al quitar la licencia de un canal de tv que no le daba su respaldo en las noticias y línea política y raíz de este episodio, tener un fuerte encontronazo mediático con el Secretario General de la OEA. Hace pocas horas, anunció también la nacionalización de las telecomunicaciones, vitales para el control de los flujos de comunicaciones e informaciones de voz, datos e Internet.
El tiempo nos dirá si la República Socialista de Venezuela puede ganarse ese nombre, o será un nuevo intento de utilizar viejos dogmas para una nueva era de la política. En un pensamiento sincero, me guarda el firme deseo de encontrar en algún lugar esa mágica combinación que nunca debería haberse apartado del ideal de socialismo y libertad.